Noticiero californiano (Primera semana):
Tras un viaje con su poquito de retraso, sus ligeras pero significativas turbulencias, su pasajero que se atraganta y solicitud de médico a bordo que enseguida se solucionó, su oferta de buenas películas actuales que nos recordaba que en Los Ángeles nos esperaba la ceremonia de los Oscars, su comida, merienda, cena, tés, cafés y bebidas varias, sus diversos paisajes sobrevolando Irlanda, Groenlandia, algo de Canadá, y todos los Estados Unidos… llegamos al aeropuerto de Los Ángeles.
Nervios en los controles de aduanas, fotos y huellas dactilares de todos los dedos de todas las manos, preguntas trampa (-¿Cómo se llaman tus padres?… alguno dudó… ).
Y allí estaban, las profesoras Sunny y Norma (Miss Sunny y señora Aguilera), esperándonos para montarnos en el más típico autobús escolar amarillo que pudieron encontrar. Al llegar al colegio en Pasadena, las familias y alumnado americanos nos esperaban con ilusión y pancartas.
Desde entonces, mañanas en el cole y tardes en familias y amigos.
Las mañanas transcurren más o menos así: más vale llegar puntual porque si no te dan un papelito y tienes que ir a la Detention room al mediodía o por la tarde. Por megafonía escuchamos de pie la oración de la mañana, seguida por el juramento a la bandera, con la mano en el corazón.
Nuestros chicos y chicas acompañan a sus compañeros americanos a sus clases o participan en actividades organizadas para nosotros: visita guiada por el colegio, encuentro con el President, clases de conversación de español, historia de California, centro de artes cinematográficas, servicio a la comunidad (preparación de bolsas de comida con fines solidarios)… esperamos expectantes las clases previstas de baile hip hop, las entrevistas que emitirán en directo por la televisión del colegio, las clases de teatro, la robótica, la investigación médica o la clase de debate.
Por las tardes acompañan a sus compañeros en sus actividades, pasan tiempo en familia, organizan alguna salida en grupos… hasta ahora, nos han contado sus experiencias de baile, softball, un partido de baloncesto de los Clippers, han jugado a American football, visitado el Griffith Observatory y el paseo de la fama, han hecho skate, han comido en la popularísima hamburguesería In-N-Out, han (hemos) disfrutado del Taco tuesday…
En fin, los chicos, y también los profes, hemos encontrado una acogida excepcional, muy cariñosa, y nos sentimos en casa desde el primer día.
Disfrutamos mucho la experiencia, tan distinta pero tan reconocible por películas y series, están comunicando en inglés con muchísima fluidez y además viviendo una multiculturalidad muy enriquecedora.
¡Y vaya imagen buena están dando! Comunicativos, respetuosos, interesados, participativos… Así da gusto.
Noticiero californiano (Segunda semana):
Seguimos por los USA, viviendo la vida californiana: café abundante y fruta escasa.
Las familias y el profesorado siguen ocupándose de maravilla de todo nuestro grupo.
En el primer puesto del ranking de mejores ideas que nuestros chicos y chicas proponen exportar a nuestro cole, vivimos el PI Day, una iniciativa solidaria para recaudar dinero que consiste en… paga 5$ y podrás tirar una tarta a uno de tus profesores; paga 7$ y tienes derecho a restregarla en pleno rostro… profesorado voluntario y orgulloso de recaudar dinero, y alumnado motivadísimo y solidario; nuestros Víctor y Miguel no se resistieron a colaborar con la causa. Lo estoy visualizando en la próxima fiesta de La Salle…
Y al llegar el viernes de nuestra primera semana, otra experiencia fuerte, el Spring Rallye. No sabíamos si estábamos asistiendo a unos juegos escolares o al espectáculo de la Super Bowl, con su himno americano cantado por una alumna, su grupo de música en directo, locutoras, jurado… Momentos fuertes: nuestro equipo español ganó la prueba de soga tira, y nuestro amigo Kyle, ramo de flores en mano, hizo la petición pública a una compañera para ir juntos al baile de graduación. Suspense, nervios… ¡Dijo que sí!
Fin de semana con familias y amigos: Hollywood ya no tiene secretos para nadie, algunos han visto musicales, otros un partido de los Lakers, y Disneyland, y los Estudios Universal, y Santa Monica Pier, y las playas cercanas, y museos… un no parar.
¿La segunda semana? Aún más integrados y a gusto si cabe, acompañando en las clases de robótica, taller de liderazgo y espiritualidad, teatro, baile (hay algún vídeo que habrá que hacer desaparecer de las redes sociales…) y orgullosos de nuestra Carla, que ganó el puesto honorario de profesora suplente de baile hip hop. Grooving.
Otro momento emotivo, y ya van muchos… la Spanish Honor Society, la asociación del colegio de estudiantes de Español, nos preparó una comida, tarjetas personalizadas, e hicieron una donación de sus libros infantiles en español e inglés para disfrute de los peques de Montemolín. ¡También hemos hecho piñatas y recorrido Cuba en bici en sus clases de español!
Nos han entrevistado en su flamante estudio de televisión, y aún nos queda la última clase de teatro, y la visita al centro médico de investigación, y la clase de debate…
Y casi sin darnos cuenta hemos llegado al viernes. Nuestra Amanda, junto a Irene de Montemolín, participarán en los anuncios diarios de eventos del colegio para despedirse y agradecer la acogida en nombre de todo el grupo. Goodbye Lancers!
Habrá que aprovechar el sábado, que el domingo nos vamos. La previsión es de cielo claro y ojos lluviosos.
Que esta experiencia sea la primera de muchas, ojalá el año que viene volvamos a encontrarnos con nuestros compañeros lasalianos de Pasadena.
¡Y tampoco estará mal ver a nuestras familias y compañeros de Zaragoza, que no todo van a ser barras y estrellas!
¡Hasta muy pronto, Zaragoza! See you soon, Pasadena!